viernes, 27 de abril de 2012

El tianguis (dia de plaza) en Tlanchinol, Hidalgo

Como recuerdo mi niñez y mi estadía es mi hermoso pueblo, mi querido "Tlanchinieblas", todos los sábados por las tardes llegaban los puesteros al pueblo porque el domingo es día de plaza, algunos tenían que llegar a poner su puesto de mercancías desde un día antes y ni que decir de los domingos por la mañana cuando llegaban los comerciantes de las comunidades más cercanas. La calle de mi casa donde crecí se convertía en un vaivén de carros, gente, carretillas, diablitos y demasiada gente.

El estado de Hidalgo cuenta con un gran número de tianguis en los diferentes municipios. Es muy amplia la gama de productos que se ofertan, por la gran variedad cultural y climática que hay en el estado.

Tlanchinol es uno de los municipios del estado que hace su día de plaza los domingos, donde se reúnen muchos comerciantes para ofertar sus productos, así como compradores pues las gentes de las comunidades aledañas vienen a Tlanchinol a comprar sus productos para toda la semana, en Tlanchinol se le conoce como "plaza" y sin falta se lleva a cabo todos los días domingos.

Se ofertan una gran variedad de productos desde plantas medicinales, comida, animales, maíz, verduras, quelites, pan, café, artesanías, miel, piloncillo, postres artesanales, sombreros petates, cinturones, ropa, trastes de cocina, herramientas de trabajo, diferentes variedades de chiles de la región y materias primas.

Según una definición encontrada, un tianguis (del náhuatl tianquiztli "mercado") es un mercado tradicional que ha existido en Mesoamérica desde época prehispánica, y que ha ido evolucionando en forma y contexto social a lo largo de los siglos. 


La herencia de los tianguis es una mezcla de las tradiciones mercantiles de los pueblos prehispánicos de Mesoamérica, incluyendo el azteca, difiere en mucho del comercio ambulante, es de gran tradición, se realiza en un día específico y la oferta de productos es mayor y se adquieren principalmente artículos de suma necesidad.

Mi madre todos lo domingos sin falta y hasta la fecha sigue comprando en el tianguis sus frutas, verduras, hierbas de olor, plantas medicinales y lo que llega a necesitar. 

!Los invito a conocer la gran variedad de productos muchos de ellos artesanales que aún se ofertan en el tianguis de mi pueblo, es es un mercado tradicional, grande y bonito.

Los cacahuates tostados.

Las canastas de palma.

Ceras artesanales.

Variedad de ceras, las blancas y las amarillas.

Las chilacas para hacer comidas y postres y los chayotes.

Variedades de chiles para hacer comidas.

Cinturones de cuero.

A la izquierda el tabaco, en el centro copal (saumerio) y en la parte superiror izquierda los pabilos (mechas) para las ceras.

 A la izquierda mujer en cuclillas, posición para descansar.

Los productos generalmente se envuelven en las "papatlas", hojas de una Heliconia

Frijol en rollo mejor conocido como sarabando, chicharos, chiles secos, molcajetes y ollas de barro para para el café.

Plantas medicinales y miel de flor de café.

Plantas medicinales.

Artesanías (guajes,canastas y sonajas) y herramientas de trabajo como el huingaro y machetes cortos y machetes curvos.

Lazos de ixtle y mecapales, el mecapal es una faja con dos cuerdas en los extremos que sirve para llevar carga a cuestas, poniendo parte de la faja en la frente y las cuerdas sujetando la carga.

La mayoría de los productos se vende por litro, un litro es un cubo de 10 cm por lado (10 cm cubicos), en este caso el la señora esta vendiendo un litro de chicharo. 

El frijol tambien se vende por litros


Los nopales se venden en penca o picados en cubos.

Maíz, amarillo y maíz blanco, frijol y "tomate silvestre" todo se vende por litro.

En ocasiones se unen los puestos para ampliar la variedad de productos.

La miel que traén de Huehutla se ranchea (se ofrece) por todo el tianguis y por las casas del pueblo.

Los molcajetes para la salsa e instrumentos de madera para la cocina.

Morrales de ixtle, de uso típico en la región para guardar las pertenencias de la gente. 

Variedad de productos artesanales hechos a mano, la gran mayoría hechos a mano.

Petates para dormir, canastas y sombreros, todos hechos de forma artesanal y con con fibras naturales.

Mancuernas de pilón o piloncillo (panela) cada mancuerna pesa aproximadamente 2 kilos.

Plátanos machos y tomate silvestre.

Gran variedad de verduras sembradas por mujeres nahuas.

Semilla de cilantro.

Variedad de semillas para hacer moles y diversas comidas.

Los famosos sombreros huastecos.

Cada comerciante tiene su lugar especifico para ofertar sus productos, en este caso todas las señoras que venden verduras de sus huertas se posicionan sobre la orilla de una calle.

Frijolón (Ayocotes), éste es un tipo de frijol de gran tamaño generalmente utilizado para hacer adobo de puerco, chiles secos  y artesanías de guajes, utilizadas como cucharas.

Las señoras son las que mas ofertan productos en el tianguis.

Una señora vendiendo sus artesanías.

Vegetales, verduras, hongos silvestres comestibles y plantas medicinales.

Verduras y legumbres, de nuevo la medida principal para vender los productos es el litro.

Los postres: a la izquierda la yuca empilonada (dulces) a la derecha yuca blanca (sin azúcar).

El trapiche y el jugo de caña, en la Huasteca Hidalguense

El pasado 02 de abril me trasladé de mi comunidad donde crecí (Tlanchinol, Hidalgo) al municipio donde nací (Huejutla de Reyes Hidalgo), corazón de la Huasteca hidalguense.  Ya estando en Huejutla me dirigí al Centro de la localidad, caminar y estar bajo el sol en la Huasteca es un poco abrumador, el calor se siente hasta la médula.

Vi que había una aglomeración de gente cerca de una lona azul en un principio no alcancé a ver que se ofertaba pero logré ver a un señor, unos troncos de madera y dos caballos de carga o "bestias" como se les conoce en la región, los caballos avanzaban acompasados en circulo. 

Me acerqué y comencé a observar el famoso y casi extinto "Trapiche". El trapiche es un “molino” el cual es operado en estrecha colaboración por una o dos personas y dos animales de carga, se utiliza para extraer el jugo de la caña, el uso de éste es una tecnología artesanal, se opera con base en el conocimiento tradicional y se ha utilizado desde hace muchos años.

Nunca había visto un trapiche y atenta observe que en tanto los animales avanzaban en círculos hacían rotar los tres troncos cilíndricos que en su longitud tenían una especie de cortadores o dientes de gran tamaño, y entre el espacio que hacían dos de los troncos metían una caña. La presión que se origina con el caminar en círculo de los animales exprimía completamente la caña, sacando todo el jugo existente en ella.

Algo importante que quiero mencionar es que el bagazo que queda después de extraído el jugo de la caña es utilizado como combustible.

Y es así como conocí el molino que extrae el delicioso jugo de caña que tomaba cuando niña. No pude evitar comprar un jugo de caña, le puse hielos y un poco de limón, una pisca de sal y como dicen "los sabores te transportan". 

!Los invito a conocer este molino artesanal, que es cultura y tradición!.     


Establecimiento del trapiche, en el centro de Huejutla, Hidalgo.

Señor operando el trapiche.

Caña criolla, de la cual se extraía el jugo.


Caña criolla de la Husteca Hidalguense, de la cual se obtiene el jugo.

Troncos de madera que exprimen la caña.

Los animales giran para que funcione el trapiche.




Las cañas se van incorporando para extraer el jugo.

Los caballos de carga, que hacen el trabajo más pesado.


Bajo los troncos de madera había un ayate (que viene de un vocablo náhuatl ayatl y significa tela rala de fibra de maguey, de palma, henequén o algodón.) y una tina de gran tamaño. El ayate  servía de filtro para evitar que las fibras de la caña se fueran al jugo y la tina servia de contenedor para recabar el jugo.


Las cañas se van incorporando de forma consecutiva





Estaba observando el proceso cuando llegó mi padre y me comentó que hace 50 años (60´s) los trapiches tenían gran demanda, pues se utilizaban para la producción del aguardiente (alcohol de caña) y piloncillo (panela). Mi padre me dijo que era muy común que en los hogares se tuviera un trapiche. Con el rostro entristecido mi padre recordó su juventud y me dijo –es una tristeza que estas costumbres se estén perdiendo-, pues ya son contados los trapiches que quedan en la región.

Es necesario que dos personas hagan las maniobras

Se debe hacer con mucho cuidado para evitar accidentes

Toda la gente admira el trapiche